06/06/2022
Con apenas 6 meses viviendo en nuestro país como solicitante de asilo, Elmer Castro es originario de El Salvador y hace voluntariado en Cruz Roja en Córdoba, donde participa en varios proyectos.
Nos citamos para la entrevista con él en el parque Cruz Conde en Córdoba, un lugar que según nos cuenta, es muy especial para él y donde se siente muy cómodo. Llega con una sonrisa y un talante muy amistoso, casi como si nos conociéramos de más tiempo. Elmer es de esas personas que transmiten cercanía desde el primer momento.
Siendo originario de El Salvador, la pregunta es casi obligada Elmer. ¿Qué te ha llevado tan lejos?
Me vine por situaciones difíciles de manejar. Ya sabes que en determinados países es difícil desenvolverse por tus orientaciones sexuales. Si eres homosexual (y yo lo he sentido así desde desde bien pequeño), entonces en tu vida se complica todo porque el machismo y la homofobia están muy extendidas. A eso además le tienes que añadir el terrorismo, las pandillas y bandas organizadas y la “delincuencia común”, que también están muy descontroladas.
¿A qué te dedicabas en tu país?
De profesión yo soy Project Manager en el desarrollo de software, y allá en mi país trabajaba en una consultora, a la que por cierto estoy dándole servicio desde aquí adaptado al horario de mi país, así que te puedes imaginar que hasta las doce de la noche estoy trabajando.
De mi país tuve que salir prácticamente de la noche a la mañana y he de señalar que la empresa siempre me apoyó mucho e incluso el coste del viaje fue casi en su totalidad a su cargo.
¿Y por qué venir aquí en concreto? ¿Cómo fue tu llegada?
En mi país la gente que apenas tiene recursos ahorra un poco y tratan de cruzar a Méjico desde Guatemala, ya que hasta ahí no te hace falta pasaporte. De Guatemala para México sí que necesitas tu pasaporte y visado, de lo contrario, no te dejan pasar.
Entonces ya viene el “clásico juego” en el que la gente paga 10.000 $ para que les digan por dónde cruzar, donde hay que atravesar un río, un desierto… de hecho en una de esas ocasiones murió asesinada una amiga transexual, muy popular en El Salvador además, que tampoco soportaba el acoso y el miedo al que estaba sometida.
Yo tuve la suerte de conocer a una persona que me aconsejó para solicitar asilo aquí y me dijo “mira ven para España que te van a ayudar a que te ubiques y ya ves que qué es lo que puedes hacer, aunque tampoco va a ser nada fácil”. Pero no había mucho más que pudiera hacer y aquí estoy.
Y al llegar aquí, sería todo muy diferente para ti, ¿verdad?
Cuando llegas a España es todo completamente diferente. De hecho para el colectivo LGTB, este país es un referente en donde nos sentimos integrados y tratados como personas normales, que en realidad es lo que debería ser. Nada más llegar a Madrid alucinaba por ejemplo, cuando veía dos hombres o mujeres de la mano o besándose con total normalidad. ¡No me lo podía creer, por fin un sitio en el que podía vivir y donde no resultaba extraño!
Luego llegué a la ONG y me acogieron muy bien. Eso fue en diciembre de este pasado año 2021. En los primeros momentos estuve alojado en un hotelito por aquí cerca, por eso os he dicho de quedar aquí en este parque. Ha sido mi referencia y una vía de escape desde que llegué, porque estar tanto tiempo encerrado en el hotel pues no no lo aguantaba y bueno, de hecho de esa forma es como llegué a Cruz Roja en Córdoba
Porque me vi solo y encerrado entre cuatro paredes ¿sabes? Así que me puse a buscar formaciones, talleres, cursos… Y así fue como encontré información sobre el voluntariado y sobre «hacerte socio» en distintas causas. En esos momentos no me podía hacer socio por cuestiones económicas pero me dije: “Vale, ahora mismo no tengo recursos pero si tengo capacidades para hacer voluntariado”.
Así que me inscribí, hice todo el proceso de la formación básica de voluntariado y a conocer los diferentes sectores y colectivos. Al poco tiempo comencé a colaborar con ellos en el programa “Click_A” que están desarrollando, y que es algo que mentalmente a mí también me hacía falta.
Por entonces yo me decía “me acogen en un país que no es el mío y me están ayudando, así que de alguna manera, yo siento que debo devolver esa ayuda”. Por otra parte además, me ha ayudado a conocerme mejor y conocer a mucha gente estupenda.
En voluntariado en el proyecto de Click_A conocí también a Encarna, que es la encargada de personas en extrema vulnerabilidad y VIH, un tema con el que también me identifico porque soy seropositivo.
Entiendo que es otro de los motivos que te llevaron a salir de tu país ¿Es así?
Hubo un momento en el que yo requería de ayuda en mi país por este tema y no la recibí y me sentí muy muy solo. Porque hubiese querido tener a alguien que me informase y orientase. Es muy difícil enfrentarse a algo así. Cuando te dan la noticia lo percibes como el fin del mundo y te lleva a pensar que, o te quitas la vida o continúas viviendo con un estigma. Porque aún a día de hoy se percibe así, como un estigma. Si a eso le añades que además pertenezco al colectivo LGTB, el nivel de discriminación que sufría en mi país era enorme. Y es que aún hay allí mucho rechazo respecto a todas estas cuestiones.
Pero tenía que seguir por mi propio valor como ser humano y por mi madre, a quien también se lo quise ocultar… Pero a una madre no se la puede engañar y ella sabía que me pasaba algo. De hecho admiré la forma en la que se lo tomó cuando se lo conté porque yo pensaba que se iba a derrumbar y sin embargo me apoyó y ayudó a salir adelante. Ahora tengo mi tratamiento y estoy bien, aunque me tengo que cuidar mucho.
Al enterarte de la labor que realizaban con ese colectivo, imagino que la implicación fué entonces inmediata
Exactamente. Decidí apoyarla en ese proyecto puesto que es un colectivo además bastante peculiar. Los grupos de personas son muy reducidos porque esas mismas personas se aíslan y es difícil reunirlos. Sin embargo, también por teléfono se puede hacer una labor importante en voluntariado. Con ellos he contactado en lo que llamamos “hacer proximidad”, para que sientan que estamos ahí y que no es tan desatendidos. Es importante realmente saber cómo cómo les va, si necesitan algo como un medicamento, o si están yendo al médico, o cuando tiene su próxima cita, si necesitan que los acompañemos o incluso si le tenemos que llevar el medicamento o a casa. Lo importante es que sepan que no están solos.
La mayoría de las personas con las que yo estoy tratando son personas ya de cierta edad y que van perdiendo audición, que se sienten muy solas… Otras personas que han tenido muchas operaciones y diferentes enfermedades que se les van acumulando. Tu sabes que tienen que tomarse una medicación diaria y necesitan además un control. Lo que yo siento al verlos es que son “mi espejo”. Yo también voy a pasar por ahí, también me voy a hacer mayor… Esa ha sido otra motivación también para para volcarme en prestar ayuda y me ha hecho empatizar más con ellos.
A veces quisiera hacer más pero es muy difícil. Lo que sí tengo claro es que aquello que está a mi alcance sí lo voy a hacer. De hecho incluso hay muchas ocasiones en las que les comento mi situación para que se sepan entendidos y para demostrarles que, a pesar de que yo también estoy enfermo, puedo hacer cosas, así que trato de transmitirles esa positividad y energía para que se motiven.
Por lo que vemos Elmer, estás en implicado en distintos proyectos
Sí. También trato con muchos chicos jóvenes de barrios marginales de aquí de Córdoba, que aunque no lo creas, algunos no han tenido la oportunidad de aprender por ejemplo de temas básicos relacionados con las tecnologías.
Les enseñamos cómo saber detectar correo fraudulento o páginas que realmente no son quienes aparentan ser, para que no caigan en estafas… También les ayudamos a encontrar oportunidades laborales, a solicitar ofertas de trabajo, a introducir sus datos, etc.
En otro programa, enseñamos a personas mayores manejar el ordenador y el smartphone.
Luego todas estas personas son súper agradecidas y hacen que te sientas realmente bien y supone una experiencia preciosa porque consigues ver que se desenvuelven y que realmente por el trabajo que haces merece la pena. Me llevo en el corazón ese tipo de experiencia y haber conocido a esas personas. Y además de esas buenas sensaciones, ¡es que yo también aprendo muchísimo!
Y también voy a participar en una jornada de Salud de Adicciones en Oviedo los días 14 15 y 16 de junio, como represente de Cruz Roja en el voluntariado, junto con Luisa la técnica de Cruz Roja.
Por eso yo animo a cualquier persona, de cualquier edad a que participen, se involucren, y que no se aíslen en esta era digital, que para todos es difícil incluso para mí muchas veces.
Pero es una cuestión de compromiso social. Yo veo necesidades y pienso: ¿por qué no voy a aportar? ¿Por qué no voy a colaborar para que esa brecha se vaya reduciendo o desaparezca? No se puede estar mirando para otro lado cuando pasan cosas delante nuestra.
Y si te quiero decir que es una suerte la sociedad que habéis construido acá y es muy importante no perderlo, porque supondría un retroceso social enorme. Hay que valorar lo que se tiene y apoyarlo para mantenerlo. Creo que necesitamos crear más comunidad y más pensamiento colectivo en lugar del exceso de individualismo que parece, se está extendiendo en la actualidad.
Esta entrevista forma parte de la campaña “Vive la inclusión», que se realiza con la colaboración de la Consejería de Igualdad Políticas social y Conciliación de la Junta de Andalucía y consta de testimonios en los que, a través de distintas experiencias, busca sensibilizar y concienciar sobre la labor de voluntariado que realizan los voluntarios y voluntarias.
Si te gusta ayudar a las demás personas puedes contactar con nosotros escribiéndonos un correo a voluntariado@codisa.org. También a través cualquiera de nuestras redes sociales, o directamente llamando o enviándonos un WhatsApp al 692 25 69 20
El voluntariado es una apuesta más que Codisa-Predif Andalucía tiene en su compromiso con la mejora de la calidad de vida de todas las personas. Porque creemos en la gente y su poder para lograr mejoras extraordinarias en la vida y el entorno social.